El arte es algo que no puede ser encerrado en una definición o abarcado desde una mirada global que pretenda explicar su totalidad.
La cátedra presencial propició un espacio muy útil pretendiendo ser un escenario de aclaración y concientización con el valor de las artes.
La esencia de cualquier arte es -inapresable-, y aquí es donde comienza a jugar un papel importante la manifestación del espíritu; pero como la manifestación del espíritu que se produce de -una forma particular-.
Muchas de las reflexiones que fueron dirigidas hacía nosotros los estudiantes en ésta cátedra, nos llevaron a un análisis individual, de "¿Cuál es el mensaje que quiero dar por medio del arte?"
Aún no encontramos respuesta, creemos que hay que vivenciar mucho más, sentir más, observar más.
El arte es expresión sensible de la idea, algo que nos acerca directamente a la esencia de la actividad humana; por eso nos pusieron ejemplos de la música desafinada y desordenada, o del arte visual que no es estéticamente bonito, la acción artística busca ir más allá de lo cotidiano, utilizando el cuerpo como recurso y propiedad hacía el ser de lo escénico, visual y musical.
Ésta cátedra nos hace la invitación de experimentar, de revolucionar con el arte, de volver a los ancestros, a nuestras músicas raizales, donde los instrumentos no tenían la afinación académica, donde cantaban desde el ritual y las vivencias, sin importar si había precisión rítmica, fraseo, "música perfecta"; lo cual nos lleva a la subjetividad del arte.
¿El artista siempre está en búsqueda de la inspiración o en espera de que ésta llegue?
Todo artista siente a la hora de crear esa necesidad interior que le empuja a realizar la obra y le indica cómo ha de actuar; es decir todo parte de una necesidad, la necesidad de crear, de soltar el ser, de explicar el mundo de un individuo.
Como decía Heidegger «A la vocación no le es esencial la fonación», «la vocación alcanza al «ser ahí».
En cuanto a la objetividad, nos parece que hay que rechazar de entrada la típica definición del arte como "aquella actividad humana que trata de reflejar belleza, ya que esa concepción simplista supone inculcar a este mismo una reducción brutal. Esa no es la esencia del arte, es uno de sus aspectos.
Las artes no tratan principalmente de reflejar belleza, sino de reflejar la esencia de la realidad misma, el misterio, a través del artista de forma que sea reconocida como auténtica.
Teniendo en cuenta esto, entonces, la realidad para el artista vendría siendo aquello que le inspira y le sirve de manantial de experiencias para la creación; es decir, el camino como base o fuente para crear.
La creación es una «mediación» entre la vida interior y exterior del artista, entre el alma y la naturaleza, entre el artista y la verdad; por ello cuando esta mediación se produce el artista se remonta al origen más radical de la existencia para dar expresión plena del ser; en la creación vemos el deseo de infinitud de un ser finito, como todos nosotros.
Nos pareció muy interesante ésta cátedra. Estos espacios en la Escuela Superior son fundamentales para el intelecto de todos nosotros, y la formación como artistas también. Espacios donde nos podemos cuestionar, analizar, y enfrentar a sí mismos desde el ser y el hacer.
Ojalá se sigan llevando a cabo, instruyendo desde otro tipo de escenario, y ambiente en la escuela para valorar así más nuestro trabajo dentro de la institución y entender más la filosofía Deboriana.
La cátedra presencial propició un espacio muy útil pretendiendo ser un escenario de aclaración y concientización con el valor de las artes.
La esencia de cualquier arte es -inapresable-, y aquí es donde comienza a jugar un papel importante la manifestación del espíritu; pero como la manifestación del espíritu que se produce de -una forma particular-.
Muchas de las reflexiones que fueron dirigidas hacía nosotros los estudiantes en ésta cátedra, nos llevaron a un análisis individual, de "¿Cuál es el mensaje que quiero dar por medio del arte?"
Aún no encontramos respuesta, creemos que hay que vivenciar mucho más, sentir más, observar más.
Ésta cátedra nos hace la invitación de experimentar, de revolucionar con el arte, de volver a los ancestros, a nuestras músicas raizales, donde los instrumentos no tenían la afinación académica, donde cantaban desde el ritual y las vivencias, sin importar si había precisión rítmica, fraseo, "música perfecta"; lo cual nos lleva a la subjetividad del arte.
¿El artista siempre está en búsqueda de la inspiración o en espera de que ésta llegue?
Todo artista siente a la hora de crear esa necesidad interior que le empuja a realizar la obra y le indica cómo ha de actuar; es decir todo parte de una necesidad, la necesidad de crear, de soltar el ser, de explicar el mundo de un individuo.
Como decía Heidegger «A la vocación no le es esencial la fonación», «la vocación alcanza al «ser ahí».
En cuanto a la objetividad, nos parece que hay que rechazar de entrada la típica definición del arte como "aquella actividad humana que trata de reflejar belleza, ya que esa concepción simplista supone inculcar a este mismo una reducción brutal. Esa no es la esencia del arte, es uno de sus aspectos.
Las artes no tratan principalmente de reflejar belleza, sino de reflejar la esencia de la realidad misma, el misterio, a través del artista de forma que sea reconocida como auténtica.
Teniendo en cuenta esto, entonces, la realidad para el artista vendría siendo aquello que le inspira y le sirve de manantial de experiencias para la creación; es decir, el camino como base o fuente para crear.
La creación es una «mediación» entre la vida interior y exterior del artista, entre el alma y la naturaleza, entre el artista y la verdad; por ello cuando esta mediación se produce el artista se remonta al origen más radical de la existencia para dar expresión plena del ser; en la creación vemos el deseo de infinitud de un ser finito, como todos nosotros.Nos pareció muy interesante ésta cátedra. Estos espacios en la Escuela Superior son fundamentales para el intelecto de todos nosotros, y la formación como artistas también. Espacios donde nos podemos cuestionar, analizar, y enfrentar a sí mismos desde el ser y el hacer.
Ojalá se sigan llevando a cabo, instruyendo desde otro tipo de escenario, y ambiente en la escuela para valorar así más nuestro trabajo dentro de la institución y entender más la filosofía Deboriana.
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